Saga de Teodorico de Verona - fragmento

Fuente: Sagas Islandesas de los Tiempos Antiguos - Santiago Ibáñez Lluch - Miraguano Ediciones

II. La Saga de Teodorico de Verona. 
Capítulos 406-408


Ésta obra anónima de extensión considerable constituye una interesante compilación de material épico y novelesco de origen tanto germánico como nórdico. Debió de ser compuesta en Noruega en la segunda mitad del s. XIII, quizá por deseo del rey Hákon Hákonarson el Viejo (1217 - 1264), célebre por su afición a las manifestaciones culturales provenientes del sur de Europa. Hákon fue elegido rey a los trece años y ya de joven tuvo que enfrentarse a otros pretendientes del trono de Noruega. Se destacó por su afición a la lectura en lengua vernácula y por sus sólidos conocimientos de latín, así como por su capacidad organizadora del país, por su actividad legislativa y por su decidido apoyo a la construcción de iglesias y monasterios. Se relacionó con otras cortes europeas en su intento por imitar sus formas y refinamiento, por lo que hizo traducir numerosas obras francesas y latinas. Cultivó la amistad con monarcas europeos como Enrique III de Inglaterra y el emperador Federico II, e incluso entregó en matrimonio a su hija Cristina al infante Don Felipe, hermano de nuestro Alfonso X.

Teodorico de Verona, el legendario rey de los ostrogodos, es quien da nombre a la saga y destaca en ella sobre otros personajes históricos y ficticios. El material procede tanto de traducciones de obras europeas como de reelaboraciones de antiguos mitos nórdicos. El material de origen germánico debió llegar a Noruega con los comerciantes hanseáticos que frecuentaban los puertos de dicho país durante el reinado de Hákon. En la Saga de Teodorico se dan cita personajes, además de él mismo, Vidga, hijo del herrero Völund, y Sígurd Matador de  Fáfnir, del ciclo épico de los Volsungos, Jörmunrek y Atila, el archiconocido rey de los hunos, así como otros héroes germánicos. Entre ellos destaca Hildibrand, cuyo enfrentamiento con su hijos Alibrand se narra en tres capítulos de la parte de la saga titulada Teodorico logra su reino. Lo más destacado de esta tardía versión del tema central del Cantar de Hildebrand es el hecho de que padre e hijo, tras violento combate, se reconocen y reconcilian.

Hildibrand, tras larga ausencia, regresa a Verona, donde dejó a su mujer Oda, quien alumbró a un hijo  que aún no conoce. De camino a la ciudad, un lugareño le pone sobre la pista. Konrád, hijo de Hlödver, jarl de una ciudad próxima, le advierte sobre Alibrand.

Para la traducción del texto nos hemos basado en la edición de Gudni Jónsson a la espera de que Mariano González Campo publique su traducción inédita de la Saga de Teodorico de Verona.




406. Hildibrand Cabalga al encuentro de Alibrand, su hijo

Ahora el señor Hildibrand está preparado, y el hidalgo Konrád cabalga un trecho junto a él. Entonces le dijo Konrád a Hildibrand:

__ Si te encuentras con tu hijo Alibrand, habla con él cortésmente y dile que eres su padre. Sino lo haces así será tu muerte.

Entonces dice Hildibrand:

__Buen amigo, ¿qué puedes decirme sobre cómo reconoceré a mi hijo o si es él u
otro hombre?


__Tiene un caballo blanco __dijo Konrád__, y las estaquillas de su calzado son de oro. Su escudo es blanco como la nieve recién caída y tiene pintada una ciudad. Nadie en Ömlugaland es igual a él; como tú ya eres un viejo no podrás resistir frente a él.


Entonces se rió Hildibrand y dijo:

__ Aunque Alibrand, mi hijo , crea ser un gran hombre y su insolencia sea tan orgullosa que no quiera igualarse a nadie, puede ocurrir que, a pesar de lo viejo que soy, no me diga su nombre más tarde de que yo le diga el mío.


407. Hildibrand y Alibrand se enfrentan

Ahora cabalga Hildibrand velozmente por el camino que conduce a Verona y llega a un punto desde el que ve la ciudad. Entonces le sale al encuentro un hombre a caballo con dos perros, y a su flanco izquierdo lleva un halcón. Este hombre destaca sobre la silla por su corpulencia y monta su corcel al estilo cortesano. Su caballo es blanco y blanca toda su armadura, y en ella está dibujada Verona con torres doradas. Hildibrand cabalga al encuentro del hombre y cree que éste no parece de menor tamaño que él mismo.

Y cuando Alibrand ve cabalgar hacia sí a un hombre con armas, también él cabalga con gran valentía a su encuentro; y como no puede ver que aquél se humille en absoluto ante él, entonces se encoleriza Alibrand y le parece que quiere medirse con él; se sujeta el yelmo, se protege le pecho con su escudo, extiende su lanza y espolea su corcel. Y cuando Hildibrand ve como se ha preparado Alibrand, se protege el pecho con su escudo, extiende su lanza, espolea su caballo y cabalga hacia él sin miedo alguno; se lanzan el uno contra el otro. Cada uno le clava al otro su lanza en el escudo con tal fuerza que ambas astas se parten en dos. El viejo salta entonces del caballo y desenfunda su espada, y lo mismo hace el más joven, se enfrentan y luchan hasta que los dos están cansados. Colocan en tierra sus escudos y se apoyan en ellos.

408. Hildibrand vence a Alibrand.

Entonces dijo Alibrand:
__¿Quién es ese viejo que ha resistido por un tiempo ante mí? Dime enseguida tu nombre y entrega tus armas y así conservarás tu vida; pero si no quieres, entonces eso te causará un gran daño.
Hildibrand responde:
__ Si quieres mi nombre tendrás que decir antes el tuyo, tendrás que entregar además tu espada y tus armas antes de que nos separemos; y si no quieres de buena gana, entonces tendrás que hacerlo obligado.

Entonces desenfunda Alibrand su espada con gran valor y golpea al viejo Hildibrand. Se desencadena ahora un terrible combate y de nuevo vuelven a pelear más valerosamente que antes; ambos están cansados, Alibrand deposita en tierra su escudo, pues quiere descansar, y lo mismo desea Hildibrand.

Entonces dijo Alibrand:
__Si me quieres decir tu nombre y entregar tus armas conservarás tu vida, pero si no lo haces, serás muerto. No quisiste decirme tu nombre cuando nos encontramos y cuando no habría significado para ti deshonor alguno, pero ahora tendrás que decírmelo con una derrota.
Y ahora el más joven se enfurece como el que más y quiere, en verdad, matarlo, y golpea al viejo con toda su fuerza, pero éste se defiende con gran valentía.

Y entonces dijo Hildibrand:
__Si eres quizás del linaje de los Ylfingos dímelo y te concederé la paz; sino es así te mataré.

Entonces responde Alibrand:
__Si deseas conservar tu vida entrégate, pero no soy del linaje de los Ylfingos más que tú, que eres ciertamente necio, a pesar de ser viejo; dime al instante tu nombre. Si supieras quién soy yo no llamarías a mi padre Ylfingo.

Se acometen ahora con gran violencia. El viejo se le aproxima y le asesta un gran golpe. Y ahora Hildibrand le golpea en el muslo de tal manera que se parte la cota y Alibranmd recibe una herida tan grande que casi queda su pie inutilizado; y dijo:

__Ve aquí mi espada. Ya no puedo resistir ante ti por más tiempo. Tienes al diablo en tu diestra.

Y le tiende la mano.
El viejo baja el escudo y extiende la mano hacia la espada. Entonces Alibrand lanza un mandoble al viejo a traición queriendo cortarle la mano.
Pero el viejo levanta rápidamente su escudo y dice:
__Este golpe te lo habrá enseñado tu mujer y no tu padre.
Y el viejo se lanza sobre el joven con tal ímpetu que éste cae a tierra, y el viejo, sobre él y le pone la espada en el pecho y le dice:
__Dime rápidamente tu nombre y tu linaje o perderás la vida.


Entonces responde Alibrand:
__No te diré nunca porque desde ahora ya no me preocupa mi vida, puesto que un viejo ganso salvaje me habrá vencido.

Hildibrand dijo:
__Si quieres conservar tu vida dime ya si eres Alibrand, mi hijo, pues yo soy Hildibrand, tu padre.

Entonces dice el joven:
__Si eres Hildibrand, mi padre, entonces yo soy Alibrand tu hijo.

Entonces Hildibrand se pone en pie rápidamente ante él y Alibrand se echa a sus pies; ahora se besan y se reconocen.
Hildibrand se alegra extraordinariamente por su padre Hildibrand; corren ahora a sus caballos y cabalgan hacia la ciudad.


Fuente: Sagas Islandesas de los Tiempos Antiguos - Santiago Ibáñez Lluch - Miraguano Ediciones

 http://es.wikipedia.org/wiki/Hildebrand

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